The Revenant: Épico empaque, regalo normalito ★★★1/2

Si hay una película nominada al Premio Óscar que ha generado expectativa, esa es The Revenant: El Renacido. ¿Los motivos? Una grandísima opción que el favorito por muchos, Leonardo DiCaprio, por fin logre la estatuilla dorada. Y por otro lado, la curiosidad por conocer la nueva y pomposa producción (U$ 135 Millones) del más reciente ganador del Óscar a Mejor Director, Alejandro González Iñárritu.

Inspirada en una historia real de principios del Siglo XIX, la película nos narra la odisea de Hugh Glass (Leonardo DiCaprio) un cazador que trabaja para una compañia de pieles junto a su hijo aborigen Hawk (Forrest Goodluck). Glass, luego de ser atacado por un oso grizzly y quedar malherido, es testigo del asesinato de su hijo y al final ve cómo sus compañeros de expedición lo dejan abandonado en pleno invierno. Con todas las probabilidades en contra, Glass deberá enfrentarse a los peligros de la naturaleza y las tribus de la región, con tal de lograr sobrevivir y poder ejecutar su venganza.

Bello empaque, regalo simplón

Sin asomo de duda, estamos ante una de las producciones más ambiciosas en mucho tiempo; no solo por su rubro de producción, sino también por la forma en que fue producida, pues se grabó cronológicamente y exclusivamente con luz natural. Además, como las condiciones del invierno son tan difícles y la presencia del sol es más corta, la producción se extendió demasiado tiempo y para terminarla debieron pasar de Canadá a Argentina, para mantener las condiciones de nieve durante todo el filme.

Y ¿cuál fue el resultado? Evidentemente el trabajo del Director de Fotografía Emmanuel Lubezki es espectacular, cada una de sus tomas son una postal. Graba con tal magia y fluidez, que en este momento no hay quien lo rivalize. La primera escena es de antología: Fuego, agua, muerte, esperanza, flechas, caballos…. hay de todo en un plano secuencia inolvidable para la retina!

En el campo de las actuaciones, Leonardo Dicaprio lo hace bien, su despliegue físico y su entrega visible con el proyecto, hace que cumpla. Eso sí, no es su mejor papel, pero si la preocupación de usted, querido lector, es que no gane el Óscar, le tengo buenas noticias: Sí se lo gana! Tal vez a la final sea un premio más a su trayectoria, que por este papel. Y esto no es por falta de talento, sino por un problema que más adelante les contaré. El que a mi parecer si se lleva las palmas, es Tom Hardy en su rol antagónico de John Fitzgerald, quien a pesar de su problema de vocalización, sí transmite efectivamente la sagacidad e indolencia propia del personaje.

También se percibe una pequeña reflexión sobre el choque entre lo salvaje y lo civilizado, y aunque no profundiza mucho en ello desafortunadamente, si es de resaltar que se tomaron el trabajo de reclutar en el elenco verdaderos aborígenes norteamericanos.

Y aunque técnicamente la producción es casi perfecta, la obra en conjunto falla en algo vital: su guión. Arranco esta afirmación, argumentando que la cinta peca en su desbalance de excelencia técnica, pero con un guión que sin ser malo, no logra dar la talla a tal despliegue audiovisual. ¿En qué falla el guión específicamente? Personalmente le veo 3 grandes problemas: Temporalidad, exceso de conflictos y falta de trascendencia.

Como problema de temporalidad veo el hecho que la travesía del malherido Glass y su regreso  pareciera de días: ni el hambre, ni los problemas de salud (especialmente con la pierna), ni las otras aventuras que tiene, logran dar dimensión de cuán difícil fue su recuperación y travesía, esta falta de claridad hace que todo se vea muy fácil. Y evidentemente, la situación en que está el personaje, además del terrible invierno que vive, no permite creer que todo se haya resuelto en cuestión de 3 días, como parece lucir.

El segundo problema grave, es el exceso de conflictos, pues El Renacido es la suma de: Hombre vs. Naturaleza, Hombre vs. Traición, Hombre Vs. Salud, Hombre Vs. Indios, Hombre Vs. Azar, Hombre Vs. Pasado… y aunque con algunas imágenes se intente sugerir algo interno, la cantidad de luchas que tiene Glass a lo largo del filme, no dan espacio a una reflexión o transformación de su ser; bueno, al menos en la película no es evidente. Y eso precisamente es lo que no deja que sea el mejor rol de DiCaprio, faltó ese conflicto que le permite a los actores lucirse; obvio está la perdida de un hijo, pero no se logra dimensionar todo lo que significaba para él y cómo lo hace crecer su pérdida. ¿Recuerdan los demonios internos de sus personajes en Shutter Island e Inception? Eso faltó en Revenant. Una lástima que no se gane el óscar por una mejor actuación, pero buehhh.

Este segundo argumento que les expuse, se amarra un poco al tercero, pues ante la ausencia de un verdadero desarrollo interno del personaje, queda una falta de trascendencia para la historia. En una cinta como The Tree Of Life (2011) o hasta en la misma Birdman de González Iñarritu; la propuesta audiovisual es grandilocuente como lo es su guión; en el caso de The Revenant todo su guión se reduce a una venganza medio simplona. Y el problema no es que sea una venganza, pues el género del Western nos ha regalado verdaderas joyas con esta temática. El problema está en la forma que se desarrolla, en la cantidad de factores distractores y en que nunca se sienta el miedo que no vaya a cumplir su revancha.

The Revenant es una película que cumple sin brillar, pues aunque tiene unas actuaciones aceptables y una técnica visual más que impresionante, la cinta se siente como un blockbuster más de mitad de año, en donde el énfasis está más en lo técnico y no en el contenido. Que pesar que la ambición por filmar algo grandilocuente, haya superado la sencillez de contar una inolvidable historia.

PS. ¿Qué carajos significa un aerolito cayendo para Alejandro González Iñárritu?

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Trailer: