Siempre he sido la hija, madre o esposa de alguien. Nunca he estado en la silla del conductor de mi propia vida.
-Bobbi
Luego de presentarnos hace un año la sentida Dallas Buyers Club (reseña), el director canadiense Jean-Marc Vallée nos presenta Wild: Alma Salvaje. Una cinta basada en la inspiradora historia de Cheryl Strayed, quien a sus 26 años decidió caminar más de 1100 millas sola, para reencontrarse con la mujer que su madre siempre creyó que era.
La ganadora del Premio de la Academia Reese Witherspoon, encarna a Cheryl, quien luego de perder a su madre Bobbi (Laura Dern) y acabar con su matrimonio, luego de entregarse a los excesos, a forma de duelo. Ésta decide hacer un alto en su espiral autodestructiva y emprender una larga caminata en búsqueda de redención.
COMPRO, PRODUZCO Y PROTAGONIZO
Últimamente hay un fenómeno que se hace más evidente por esta temporada de premios, ese en el cuál los actores compran los derechos de uso cinematográfico de algún Bestseller, para garantizar así, que ellos mismos sean los protagonistas. Casos recientes: American Sniper (reseña), cuyos derechos compró, produjo y protagonizó Bradley Cooper. O la cinta objeto de esta reseña: Wild, de quien Reese Witherspoon compró los derechos.
Estos métodos hacen sentir un poco artificiosa la propuesta cinematográfica, además de bastante pretenciosa, apuntando claramente a ser protagonistas de los principales premios de la industria americana e inglesa. Incluso para su objetivo, ellos mismos están dispuestos a “sacrificarse” con viejos trucos, como en el caso de Whiterspoon, de un desnudo artístico y una “desglamourización” de la bella imagen que tiene. Se vuelve excesivamente notable el hambre de premios y la necesidad de aprobación de su talento.
¿Funciona la fórmula? A veces acierta y a veces no; en este caso particular, creo que falla al blanco, pues a pesar que la cinta cuenta con un director triunfador, como Jean-Marc Vallée, quien además se rodeo del mismo fotógrafo y editor de Dallas Buyers Club. La cinta, a pesar de no ser mala, no logra marcar un hito en el género al que apunta a entrar.
Y es que la representación de este camino a la redención falla, pues la cinta esta llena de incómodos flashbacks, que por un lado interrumpen que nos sintonicemos como espectadores con el peregrinaje espiritual de Cheryl ,y por el otro, se siente como una constante justificación de lo que hace ella en su monumental travesía. Y el cine muchas veces a demostrado como con guiños o silencios, podemos creer sin que nos muestren.
Si algo tienen las introspecciones de este tipo, son silencios y momentos en los que se piensa… y la edición con sus constantes flashbacks, hace un molesto ruido que un peregrino como Cheryl no querría, ni necesitaría.
Innegablemente la cinta no es mala, es ahí. Tiene actuaciones normales, una narración apenas, fotografía normalita; pero eso si, hay que reconocer que tiene una inspiradora historia que nos invita a parar por un momento y reencontrarnos con eso que algún día quisimos ser y que en medio del camino abandonamos.
Recuerden que no es la meta, es el camino.
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CINEsfuerzo 
A mi me pareció fantástica, una cinta que sin duda merecía estar nominada al Oscar en lugar de la pendejada de American Sniper (o Boyhood). Yo si conecté a nivel personal con el viaje de la protagonista y amé cada paso de su viaje. También me gustó la forma en que se manejó la narrativa de los flashbacks.
Jejeje… entre gustos… 🙂 Gracias por el comentario!